Carta a Pablo 12-21-1998

 

Pablo

De un tiempo a esta parte me cuestiono la sabiduria o no de haber emigrado.

Cuando pienso en los viejos y en el merecido premio que deberian tener con la familia alrededor y que en la busqueda de un futuro mejor para mi familia en cierta forma se los he negado.

Sin embargo para vos “familia” pareciera ser una mala palabra, como algo que se tolera inevitablemente. Por ello intento dia a dia juntar la mia, no quisiera en un futuro estar solo u olvidado.


Como golpea el paso del tiempo.

Cuando llame a tu casa y me confundi a Gaby con Diana.

Cuando miro a Gustavo que ayer cumplio 22 años.

Cuando Mauro me pregunta por millonesima vez por su primo David y yo ya no se que decirle cuando me pide tu numero de telefono.

Cuando pienso que ya tenes 40 y que yo ya tengo 38 años y que la edad tendria que hacernos mejores, mas comprensivos y tolerantes y no mas duros y resentidos.

Cuando me imagino en que tan horribles deben ser el “sin-numero” de cosas perpetradas contra vos y tu familia. Tan horribles como para ni siquiera poder ser expresadas cuando se te preguntan. Tan horribles como para justificar tantos años de resentimiento.


Cuando veo como el tiempo pasa mas rapido de lo que quisiera y se que inevitable e inexorablemente algun dia, vos decis que no, yo digo que si, vamos a mirar para atras y vamos a ver con tristeza el tiempo lamentablemente perdido.


Esto te puede sonar dramatico y barato. Cualquier sentimiento puede ser ridiculizado y cualquiera puede jugar a hacerse el duro y ser despectivo con lo que el otro expresa. Esa es tu prerrogativa.


De cualquier manera, te deseo una feliz navidad, tan lejos, seria lindo poder pasarla juntos o al menos poder entender porque no.


Fernando



12/21/98